El Paludismo o Malaria

El  6 de noviembre se celebra el día del Paludismo en las Américas, con motivo de su conmemoración, os vamos a desgranar una serie de recomendaciones e información a tener en cuenta sobre esta enfermedad, que es uno de los peores enemigos de la salud y que aún no está erradicada en los países más desfavorecidos. Los niños son más susceptibles de desarrollar complicaciones graves que pueden derivar en coma y la muerte.

¿Qué es el Paludismo?

El paludismo o malaria es una enfermedad infecciosa producida por parásitos a causa de las picaduras del mosquito denominado ”Anopheles” hembra. Hay cinco especies de parásitos causantes de esta enfermedad en el ser humano, siendo dos de ellas — P. falciparum y P.vivax— las más peligrosas. Solo los mosquitos Anopheles pueden transmitir la enfermedad al chupar la sangre de alguna persona que estuviera infectada previamente.

Origen e historia del Paludismo

Se cree que el origen de la malaria proviene de los chimpancés y luego dio el salto a los humanos hace aproximadamente 2 o 3 millones de años. En la antigua Grecia en el siglo IV a.c. la enfermedad provocó grandes estragos a causa de la acumulación de aguas (ríos, pantanos, pozos, etc.)

Actualmente las zonas más afectadas son: América central y Sudamérica, África, Oriente Medio, India, sudeste asiático, este de Europa y Pacífico sur, siendo la temperatura y la humedad indicadores clave para la propagación de estos insectos, por desgracia, la pobreza también está ligada a la enfermedad.

El cirujano francés Charles Louis Alphonse Laveran llevo a cabo en el siglo XIX uno de los descubrimientos más importantes respecto al paludismo. Este médico y naturista francés encontró pigmentos de un color marrón oscuro en las muestras de sangre de sus pacientes infectados, llegando a la deducción de que se encontraba ante la presencia de parásitos y que la transmisión se debiera a una picadura de un mosquito infectado. Por este hallazgo fue galardonado con el Premio Nobel de Medicina en 1907.

Causas y síntomas del Paludismo

Las causas de la malaria lo ocasionan los viajeros que sufren fiebre y proceden de países de riesgo. Estas personas se tienen que someter a un análisis de sangre para diagnosticar si están o no infectadas. En el caso de dar negativo, se tendrá que repetir la prueba durante dos días. Es fundamental que el diagnóstico se realice lo más pronto y preciso posible para reducir la mortalidad y las complicaciones derivadas de la enfermedad.

En un individuo que no sea inmune la evidencia de la picadura del mosquito infectivo se suele manifestar en 10 o 15 días. De no tratarse en las primeras 24 horas el paludismo puede empeorar, incluso en algunos casos llevar a la muerte. 

Los síntomas más frecuentes son: anemia (afección que muestra nuestro cuerpo por la carencia de glóbulos rojos saludables), fiebre alta, escalofríos y sudoración, convulsiones, náuseas, vómitos y dolores musculares. Además, los riñones y el hígado pueden fallar, e incluso el bazo puede reventar.

¿Cómo prevenir el Paludismo?

Es recomendable que los viajeros lleven manga larga, pantalón largo, gorra o sombrero, ya que cuantas menos partes de nuestro cuerpo tengamos expuestas más lo agradecerá nuestra piel. Si utilizas crema solar primero, aplica la crema, y a continuación el repelente antimosquitos. Dependiendo del nivel de riesgo de la zona que vayas a visitar, deberás tomar medicación preventiva antes, durante y después del viaje.

En cuanto a las vacunas, hasta la fecha, la primera y única que disminuye significativamente el impacto de la enfermedad es la antipalúdica RTS,S/AS01 – Ghana, Malawi y Kenia fueron los primeros países en introducirla – De hecho en los niños pequeños, también se nota el efecto de la vacuna minimizando el riesgo potencial del paludismo. En mayo del 2015 se aprobó por la Asamblea Mundial de la Salud “La estrategia técnica mundial contra el paludismo 2016-2030”, que trata de guiar y apoyar los programas nacionales y regionales en su labor de combatir y eliminar el paludismo.

Aparte de las vacunas para la protección de contraer la enfermedad, existen dos métodos para luchar contra la propagación: el primero sería repartir mosquiteras impregnadas de insecticidas de largo recorrido, y en segundo lugar la fumigación en los interiores de las casas con insecticidas de acción residual. En este sentido recalcar en la población de las zonas afectadas la importancia de mantener en buen estado las mosquiteras.